En el S.XIX, en torno a 1830, nace Cosme Ferrao en el concejo de Piloña, quien conjuga las tareas agrícolas con la carpintería que demandaban sus paisanos en hórreos, llagares, carros, casas y cabañas.
En 1868 viene al mundo Francisco Ferrao, en Los Campones. Francisco, es hombre resuelto y emprendedor; depura el oficio y amplía la actividad ejecutando muebles en los que deja patente su maestría. Su inquietud le lleva a Cuba con 59 años en donde trabaja como carpintero.
En 1929 con el crack de Estados Unidos, regresa y sigue trabajando la madera hasta su muerte, a los 98 años.